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PABLO LIJÓ

Mi historia, para quien quiera conocerme un poco mejor.

Hola amigos, me gustaría avisaros que aquí me explayo. He dedicado un poquito de tiempo a contar mi vida de la manera más resumida posible, por si os apetece un ratito de lectura. ¡Quedáis avisados!

Nací en Ribeira (A Coruña) el 6 de julio de 1991. Desde pequeño se sabía que los deportes de raqueta eran lo mío. Me pasaba el día con una pelota y cualquier palo con el que golpearla.

Con 9 años comencé a tomar clases de tenis y con 12 años jugué mis primeros torneos. A partir de ese momento mi vida siempre estuvo ligada, en una parte importante, al deporte.

Etapa tenística

Con 16 años la Federación Gallega de Tenis me concedió una beca para entrenar en el CGTD (Centro Gallego de Tecnificación Deportiva) que se renovó automáticamente durante los 2 años siguientes.

Durante esta etapa vivía como un jugador profesional de tenis. Entrenaba entre 4 y 6 horas diarias, tenía un equipo con 2 entrenadores y preparador físico, fisioterapeuta, médico, hacía pruebas de esfuerzo y analíticas trimestrales, etc. y lo más importante: el instituto estaba adaptado a las circunstancias. Era permisivo con las fechas de las competiciones cuando coincidían con exámenes. Incluso llegaron a adelantarnos la evaluación a mis compañeros tenistas y a mí por una gira de torneos por el norte de Europa.

Después de 3 años que duró esta etapa que considero fue la más intensa de mi vida, la que más me enseñó y en la que guardo algunas de las experiencias más importantes de mi vida; y teniendo 19 años, decidí tomar la decisión más importante de mi vida.

Estaba en un punto intermedio entre seguir compitiendo buscándome la vida por libre, buscando un hueco entre los miles de jugadores buenísimos que hay por el mundo entero, pagando billetes con escalas infernales para llegar a torneos en los sitios menos accesibles para intentar que fuera un poco más fácil la pelea; o irme a estudiar a Estados Unidos con una beca para defender a alguna de las universidades privadas que buscan reforzar su equipo con deportistas de todo el mundo.

Esta competición es amateur. De hecho, te exigen que demuestres que no eres o has sido un jugador profesional. Las opciones eran seguir siendo un “profesional” sin dinero en la pelea por algo extremadamente difícil o renunciar a lo que quería ser desde los 9 años y olvidarme de todo eso jugando para una universidad americana donde no conocía a nadie (o casi) durante 4 años más.

A priori, esta no era una mala opción. 4 años en Estados Unidos, aprendería perfectamente inglés, conocería mucha gente, volvería con una carrera… pero la verdad es que yo nunca quise irme. Yo estaba cansado. Intenté, quizá durante un tiempo demasiado breve, ser jugador profesional de tenis y la puerta que se me abría era la de una competición no profesional.

Tenía 19 años cuando tomé la mejor decisión de mi vida. Y sin saberlo. Con todos los exámenes aprobados para irme, decidí dejar el tenis. No quería saber nada de pelotas, raquetas ni deporte.

Después de unos 6 meses de inactividad y vida normal, acompañé a mi padre a jugar un partido de padel con otros 2 amigos. Disfruté tanto que desde ese mismo día enlacé un partido tras otro. Conocí gente. Otra ya la conocía del tenis. También se había cambiado de deporte.

2012

Al poco tiempo me ganaba la vida gestionando una pequeñita escuela en una pista donde jugué mi primer partido y propiedad de mi descubridor (jaja), y dando clases en el único club que había cerca de mi casa. En ese momento tenía 20 años y estamos hablando del año 2012.

Durante ese año jugué los torneos de la Federación Gallega hasta colocarme en la posición número 1 del ranking. Vi desde casa como terminaba la era PPT (Padel Pro Tour) y empezaba un circuito profesional nuevo llamado WPT (World Padel Tour).

2013

Decidí probar suerte en lo que era el primer año del circuito WPT. Hice un dossier deportivo. Salí a buscar patrocinadores.

Con lo que conseguí jugué las 6 primeras pruebas y me quedé impresionado, motivado y con ganas de más. El ambiente que había en cada torneo, la cantidad de gente que lo jugaba y sobre todo la cantidad de gente que iba a ver los partidos… Yo estaba acostumbrado a que en los partidos de tenis estuviese mi madre, mi padre y 10 personas más. Pero esto era diferente. Casi no se podía andar por los clubes de los torneos.

Seguí jugando el circuito federado gallego y preparando el año siguiente, en el que me propuse jugar todas las pruebas WPT.

2014

2014 empezó y en los primeros meses conocí a Chico Gomes en un clinic de un patrocinador común. Hasta ahí todo normal, pero durante la cena después del clinic (y esto lo recuerdo como si acabase de pasar) Chico dijo delante de nuestro patrocinador que si yo quería ser profesional del padel podía hacerlo, pero que lo que debería es mudarme a Madrid.

Yo, que soy de mecha corta, en mayo de 2014 terminé un ciclo superior de TSAAFD (Tecnico Superior en Animación de Actividades Físico Deportivas) y decidí mudarme y empezar mi camino como jugador profesional de padel. Cogí mi sueldo del mes y me planté en Madrid. Empecé de cero.

El primer torneo del año fue el WPT de Barcelona. Jugaba preprevia con Javi de Paiz. No sé cómo, pasamos la preprevia, pasamos la previa y nos plantamos en cuadro final. Llega el miércoles y nos toca jugar contra Juan Martín Díaz y Fernando Belasteguín. Casi nada. Mi primer cuadro final y me toca jugar contra los mejores jugadores de la historia del padel. Esto me pasa ahora y pienso “Que marrón que me toque contra la mejor pareja”, pero en aquel momento era el mejor premio que podía tener. Yo ya había hecho mi torneo. Ahora solo quedaba hacer un buen papel. Miércoles. 7 de la tarde. Día soleado. La grada casi llena del todo. Perfecto para jugar.

Ese día yo no salí del baño. Creo que nunca estuve tan nervioso en mi vida. Caminaba por el club y todos me felicitaban, pero yo estaba totalmente aterrado. Antes de saltar a la pista fue ya el momento “crisis total”. En aquel momento se hacía presentación desde la primera ronda y estar esperando en el túnel a que digan mi nombre todavía hoy me pone nervioso, así que imaginaos en aquel momento.

Todo cambio justo después de que el árbitro hiciese el sorteo inicial y empezásemos a pelotear. Los nervios se esfumaron y empecé a disfrutar de la situación. Sonaba Safe and Sound, de Capital Cities, y desde entonces es una de las canciones que me pongo para calentar antes de un partido.

Salió un partido más que aceptable y Bela nos dedico a Javi y a mí un bonito mensaje en sus redes sociales, que fue la motivación para buscar la manera de entrenar, costase lo que costase, más y mejor.

El año siguió y cambié algunas veces de compañero (esto en las previas es muy habitual). Conseguí meterme en algunos cuadros finales más y terminó el año con la primera vez que crucé el charco a Argentina, con JC Belluati.

De esta manera finalizó el año en que me convertí en jugador profesional de padel.

2015

Al inicio del año recuerdo que estaba alrededor del puesto 80 del ranking. Chico Gomes me propuso formar con él un proyecto. Él venía de jugar el Master Final de Madrid en 2014 y yo todavía era jugador de previa, así que obvio que para mí fue una grandísima oportunidad de demostrar que podríamos ganar partidos buenos.

Fue un año espectacular para mí. 2 cuartos de final y 6 octavos. Del puesto 78 al 38 y siendo la pareja 15. Asentados en cuadro final y habiendo hecho resultados muy buenos.

2016

Los números dicen que 2016 es mi mejor año deportivo. La primera mitad del año jugué con Álvaro Cepero y la segunda mitad con Jordi Muñoz. Con ambos conseguí buenos resultados, 4 cuartos de final y 8 octavos. Empecé el año en la posición 38 hasta llegar a ocupar la posición 23 del ranking.

2017

La primera mitad de año seguí jugando con Jordi Muñoz y después decidí hacer un cambio y le propuse jugar a Willy Lahoz, el jugador más veterano en activo del circuito. 10 octavos, 2 cuartos de final, 1 final de Challenger y 1 trofeo de Campeones en el Challenger de Cabrera de Mar fueron los resultados obtenidos. Además de todo esto, me llevo el haber podido jugar al lado de uno de los mejores jugadores de la historia del padel, con un talento y facilidad únicos.

En Italia, disputé por primera vez el Campeonato de Italia por Equipos. Esta es una competición en formato Liga, de febrero a mayo, con una Fase Final eliminatoria que se juega en el Foro Itálico coincidiendo con el Master de Tenis de Roma, en mayo. Un marco espectacular para la promoción del padel a nivel mundial.

Al final, Campeón de Italia por equipos con el Circolo Canottieri Aniene.

La mayor alegría deportiva fue que por primera vez me seleccionaron para defender a mi país con la Selección Española en el Campeonato de Europa en Estoril (Portugal). Después de una semana de competición y viendo como sigue el crecimiento del padel a nivel europeo, quedamos campeones frente a Portugal, que hacía de anfitriona.

2018

En el momento en que empecé a seguir este deporte desde casa se jugaba el circuito PPT (Padel Pro Tour) y me encantaba seguir los partidos de la pareja Lamperti/Grabiel. Siempre me gustó la capacidad de Maxi de jugar la bola correcta en cada momento, con la velocidad justa y necesaria, y que podía darle la vuelta a un punto que estaba casi perdido.

En el año 2018 tuve la oportunidad de compartir pista con él. 6 octavos, 3 cuartos, 1 final de Challenger y 2 trofeos de campeones de Challenger fueron los resultados de este año en el que, llegado octubre, pude conseguir mi mejor ranking: el 19. También es verdad que no duró mucho la alegría, ya que en diciembre el ranking de final de año fue el 25.

En Italia, siguió la buena racha y conseguimos alzarnos con el título de nuevo. Campeones de Italia por equipos. Para mí, segundo año consecutivo; para el equipo, ya iba por el cuarto.

Pero este año tuvo una parte bastante negativa. Hubo una división en el colectivo de jugadores motivada por la finalización del contrato con WPT y la llegada de una nueva oferta de una empresa que quería encargarse de la gestión del circuito. Un modelo de circuito muy atractivo sobre el papel al principio pero que fue decayendo conforme pasaban las reuniones.

En un momento no se sabía qué iba a pasar. Hasta había la posibilidad de que los dos circuitos convivieran, como pasó hace años con PPT y el circuito de la Federación Española.

Con esta posible división de fuerzas en el padel, tuve la oportunidad de emprender un nuevo proyecto. Maxi tuvo claro que quería seguir con WPT y yo tiraba más por la opción B. Faltando 3 torneos para terminar la temporada, Juan Cruz Belluati y yo decidimos comenzar un proyecto.

Terminando el año, la poca seriedad y compromiso de los altos mandos de esa opción B hizo que el proyecto se desmoronase, quedando humillados los jugadores por habernos expuesto directamente y en una posición delicada frente al circuito WPT.

2019

Con Belluati partíamos de cabeza de serie número 8, pero una lesión de Juan que se alargó mucho más de lo que nos hubiera gustado, hizo que no pudiésemos demostrar nuestro juego. Perdimos el ranking que nos permitía salir de cabeza de serie y después de 8 torneos decidimos separar nuestros caminos.

Vivir una lesión, aunque en este caso fuese de un compañero, es una cosa delicada, te hace perder confianza. Por más que hubiese en esa etapa algún que otro resultado bueno, la sensación era de constante inestabilidad. Por eso, llegado este momento decidí llamar a Álvaro Cepero, un jugador con el que sabía que me encontraría cómodo dentro y fuera de la pista.

Nos pusimos a los mandos de Carlos Pozzoni y por más que los dos notamos una mejoría en nuestro juego con respecto a 2016, el circuito está mucho más igualado que entonces y no está siendo suficiente para escalar posiciones en el ranking.

Por otro lado, en Italia otra vez se dieron bien las cosas. 3 años ya los que pude poner mi granito de arena para que el Circolo Canottieri Aniene ganase el Campeonato de Italia por Equipos. Empezó como un equipo más, pero a día de hoy son una segunda familia.

En noviembre tuve el honor de volver a ser convocado con la Selección Española para representar al país en el Campeonato Europeo, donde pudimos cumplir nuestra condición de favoritos levantando el trofeo de campeones. Con este suman 2 títulos que se añaden al currículum. Personalmente no le suelo dar mucha importancia, pero sé que en un futuro este tipo de cosas serán las que me hagan sonreír con los recuerdos.

2020

El 2020 comenzó ilusionante con Chiqui Cepero, pero esta vez con Adrián Caviglia en el banquillo. Adri fue mi primer entrenador. Desde que llegué a Madrid en 2014 hasta el día de hoy tenemos un vínculo especial y mucha confianza.

En Febrero se me abrió la posibilidad de mudarme a una isla que me encanta y que desde que la conocí me enamoró. La vida en Madrid no es para cualquiera. Yo me crié en la playa y solamente el primero de los 6 años que estuve en Madrid viviendo podría decir que lo disfruté. Necesitaba un cambio y me fui a vivir a Gran Canaria en mitad de la pretemporada.

También ya es mala suerte que haciendo mudanza en febrero, en marzo haya llegado la pandemia. Llegamos, deshicimos las maletas y nos encerraron en casa. También fue mala suerte que hayamos escogido un piso sin terraza en Canarias. Viendo el sol desde dentro de casa durante todo el confinamiento, jaja.

Como a más de uno, el 2020 nos hizo aprender a valorar cosas que uno daba por hecho. La libertad. El lugar donde vivimos. Nunca dar un paseo alrededor de 1km de tu casa fue tan necesario. Desde ese momento me di cuenta de que debemos valorar mucho más ciertos momentos de nuestras vidas. Aprender a disfrutar momentos felices y aceptar momentos de sufrimiento temporales.

2020 fue un año complicado para todos. Para WPT también. De las 20 pruebas planteadas en un principio entre Open y Máster, solamente pudieron conservar 10. Además, las restricciones complicaron muchísimo más el tema, teniendo que planificar los torneos a puerta cerrada prácticamente todo el año. Un año duro económicamente. Cambios en patrocinios, en premios, etc. Sin duda, un año no para olvidar, porque no aprenderíamos nada, pero sí para aceptar como punto de inflexión.

Deportivamente fue un año «normal». Odio esa palabra. Normal lleva impresa la palabra mal. Fue un año que como si no existiera. A decir verdad, llevo entre los 20-30 del ranking creo recordar que desde el 2015. No es que no esté orgulloso, pero el objetivo de mejorar posiciones no se cumplió. Con Chiqui no encontrábamos una identidad de juego que nos hiciese sacar nuestro mejor padel. Después de unos cuantos torneos, decidimos separar nuestros caminos.

A mí me salió la posibilidad de jugar con Álex Ruiz. Arrancamos un proyecto con mucha ilusión. Alex es un jugador que siempre me gustó por su agresividad. El ser zurdo, alto y agresivo es algo que gusta a cualquier jugador de revés yo creo. Así fueron las parejas que reinaron el padel durante 16 años seguidos.

Empezamos a falta de 3 torneos para terminar el año y conseguimos meternos en Cuartos de final en dos ocasiones. Al final, una buena terminación de un año que era descafeinado.

Por cosas del deporte, ya que esto es un deporte de dos, no pudimos empezar el 2021 como pareja. A Alex le salió una oportunidad mejor. Esto es así.

2021

El 2021 comenzó con la incertidumbre de qué iba a pasar con la competición, ya que el 2020 había sido malísimo económicamente para todos. La pretemporada arrancó y no sabíamos cuando iba a empezar el circuito (ni si iba a empezar)

A día de hoy escribo estas líneas desde una habitación de hotel en el ecuador de la temporada, empezando la gira de viajes por Europa y América y creo que puedo decir que la situación competitiva se normalizó casi por completo. Es un gran alivio.

Hasta aquí mi historia. Espero que os haya gustado. Tanto si os gustó como si no, podéis dejarme un comentario. Total, los gestiono yo así que solo dejaré que se vean los buenos, jaja.

2 comentarios en «PABLO LIJÓ»

  1. Eres un crack Pablo, espero que tengas toda la suerte que te mereces en el largo camino que te queda por delante. Enhorabuena y mucha suerte también con la escuela.
    Ah, se te olvidó mencionar que donde más aprendiste de padel fue con tus alumnos de Deza y el ansia de apretar cada bola, que en algún caso aun perdura, aquí te recordamos con mucho cariño Mister.

  2. Una historia interesante Pablo! Este año seguro que haces grandes cosas, tienes el proyecto en mi isla (Gran Canaria), por cierto que muy buenas
    Disfruta de lo que sabes hacer.

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